Dementores, seres fuera de la ficción.
Seguro te ha pasado que, después de estar un rato conviviendo con una persona sientes que de un momento a otro se te van las ganas y el bostezo constante comienza, pues debo decirte que estás delante de un Dementor y lo mejor que puedes hacer es eliminar o neutralizar su poder.
Los dementores,
peculiares personajes de la saga de Harry Potter, eran seres oscuros que tenían
la capacidad de robar la felicidad y la alegría de las personas. Esto es algo
que no está tan alejado de la realidad y en nuestra vida diaria aparecen constantemente
disfrazados de tu jefe, tu pareja, el vecino,
algún familiar o compañero, es decir, con cualquiera que interactuemos.
Y me he atrevido a
llamarlos de esa manera porque, muy parecido a lo que sucede en estas
películas, en cuanto estás cerca de una persona así, te sientes desgastado y su
sola presencia te cansa. La mayoría de estos dementores, o también “Vampiros de energía”,
actúan inconscientemente, sin darse cuenta de lo que
están haciendo; según los especialistas esto sucede porque suelen
tener un sistema del aura poco desarrollado y con recursos energéticos pobres y
con el fin de obtener la energía que necesitan, tienden a invadir la de otras
personas y absorberla. Y la verdad, todos en algún momento de desequilibrio por
ciertas situaciones de la vida, acabamos
convirtiéndonos en dementores.
¿Cómo
reconocerlos?
Particularmente, en varias situaciones
me he encontrado con estos diferentes tipos de dementores:
·
El
Quejumbroso: se queja siempre, de todo y con
todos. Tardamos más en saludarlo que él en quejarse de la vida o de ti, es esa
persona que siempre que le preguntas “¿Cómo estás?” responde inmediatamente con
un “¡Mal!” seguido de una serie de quejas y cuestionamientos.
·
El
Adulador: en mi experiencia, la mayoría de estos
seres están disfrazados de maestros o directores en mi escuela. Son aquellos
que para todo te dicen palabras bonitas usándolas de manera excesiva como:
“corazón”, “mi vida”, “mi amor”, etc., que al final te resultado cansado el
haber escuchado tanta miel, llegándolo a percibir como hipocresía.
·
El
Reclamador: Una persona a un nivel mucho mayor que
el quejumbroso es esa que para todo tiene un “pero” y jamás está conforme
porque para él/ella todo está mal. Lo más chistoso es que cuando le preguntas el
por qué, no dispone de ningún argumento válido para justificar su protesta.
·
El
Conflictivo: para estos dementores, la vida es un
ring de lucha y al mínimo roce ya están arriba esperándote para dar el primer
golpe. Esto claro para provocarte un desequilibrio a base de rabia y agresividad.
·
El
malvibroso: este en especial lo he encontrado en
varias ocasiones de mi vida. Este ser jamás querrá verte feliz o exitoso, es el
típico “Ni vive ni deja vivir”. ¿No te ha pasado que curiosamente cuando llega
algún familiar o compañero a la reunión, en cuestión de un segundo el ambiente
se torna pesado y tenso?
Elimínalos
o neutraliza su poder.
No te permitas ser una víctima ante
estas personas, lo mejor
que se puede hacer es alejarse definitivamente de esos seres; sin embargo si tu hermano es uno de estos entes,
la opción es tratar de llevar la fiesta en paz y colocarlo en un segundo plano
(después de tu pareja, hijos, papás o amigos) de tal manera que sea mínima la
oportunidad que tenga de
desequilibrarte. No se trata de apartar a las personas por completo si es el
caso de algún ser querido,
pero si marcar distancia, o pintar tu raya, para que la afectación sea menor.
Recordemos que el valiente vive hasta
que el cobarde quiere y no hay víctimas sin victimarios. Elaborar la mejor opción o lanzar el más poderoso
hechizo contra estas personas está en ti y todo depende de quién quieres en tu círculo de
vida ¿Crees que no tienes el poder para evitar darles vida con tu energía? No
seas de los que se dejan y actúa contra estos dementores.
Daniel Olmos