¿Miedos?


¿Miedos?

El miedo es una respuesta natural ante el peligro o lo desconocido, que se  manifiesta por medio de una sensación que recorre todo nuestro cuerpo, mente y alma. Una palabra tan corta y fácil de expresar como cualquier otra que conozcamos, pero que en realidad va más allá, ya que en ocasiones, esta emoción, a todos nos hace experimentar algo muy interno que seguramente no sabemos que traemos.

Se manifiesta por algunos minutos o segundos y es difícil de controlar, ya que se pueden presentar reacciones tales como nerviosismo, ansiedad, parálisis y hasta malestares estomacales, se debe a algo que pasó, que está sucediendo o que podría pasar.

Esto es el miedo y existen diferentes causas, como las accidentes durante la niñez, por ejemplo una caída grave, que implica un golpe que nos provoca una lesión o marca, que se queda cierto tiempo, incluso para toda la vida. Este hecho de inmediato se vuelve miedo a caerse y a cuidar nuestros pasos para no repetir tal experiencia.

Por otro lado está el miedo a lo desconocido, esto sería cuando tenemos la posible creencia de peligro como al subir a un juego mecánico y al no saber qué se siente, comenzamos a pensar en cosas negativas que no nos deja desenvolvernos fácilmente. Muchas veces también se teme a algo que no existe y es producto de la imaginación de las personas, como monstruos, brujas, fantasmas, etc.

Pero ¿por qué sentimos miedo? Muchos expertos lo consideran saludable. Se dice que el miedo es necesario porque evita algún tipo de dolor o sufrimiento y sirve como mecanismo de defensa permitiendo responder con mayor rapidez y eficacia ante las adversidades que se nos presenten. Esto lo podemos relacionar con los primeros habitantes de la tierra y del esquema de adaptación del hombre.

¿Cómo se puede reflejar el miedo en el cuerpo? La manifestación fisiológica más clara del miedo se da en el cerebro, esto ocurre porque todo el tiempo está escaneando a través de los sentidos (tacto, gusto, vista, oído y olfato) todo lo que sucede alrededor de nosotros, incluso cuando dormimos. Si en algún momento detectamos algo extraño o peligroso se activa la amígdala cerebral y se producen cambios físicos inmediatos que nos alertan y podemos reaccionar ante cualquier cosa, un ejemplo y estoy seguro que les ha sucedido es cuando nos despertamos en medio de la noche con algún tipo de angustia o inquietud y ya que pasan algunos minutos y nos sentimos tranquilos volvemos a dormir.

Muchos se preguntarán si el miedo puede afectar a la mente,  hasta ahora solo se sabe que al paso del tiempo nuestro cerebro guarda o registra cosas del mundo real y con eso, la imaginación hace en ocasiones que pensemos en cosas malas y nos sitúa en escenarios peligrosos. Pero esto hasta cierto punto es normal y depende de cada persona y su forma de tratar o adaptarse a ellas.

Otro ejemplo es el miedo al rechazo y eso lo podemos comprobar desde tiempo atrás con los primeros hombres que habitaron la tierra, siempre se movían en grupos para realizar cualquier actividad y si uno era expulsado quedaba indefenso y expuesto a otro cazador. Así que se puede decir que lo llevamos en el ADN y por eso nos sigue afectando hasta nuestros días.


Existe un miedo común en las personas, y es cuando asistimos comento otro tipo a una entrevista de trabajo, aquí podemos estar seguros que no existe ningún tipo de peligro pero el miedo está presente, al no saber que nos pasará y en automático el cerebro y la mente comienzan a imaginar cosas que aun no pasan o incluso ni pasarán, pero estos síntomas hacen que no podamos desenvolvernos correctamente, aquí una posible causa del por qué no somos aceptados ya que las personas y más las encargadas de hacernos la entrevista están especializadas y ven nuestra inseguridad. Así que la recomendación para una próxima cita de trabajo, es confiar en ti mismo y recordar que tienes las cualidades necesarias para obtener cualquier empleo, solo es cuestión de controlar tus miedos.

Hasta ahora no existe ningún tipo de cura para prevenir o quitar el miedo ya que es algo natural y pienso que podemos empezar a manejarlo nosotros de manera individual, solo es cuestión de actitud y de un cierto proceso para enfrentar esos miedos, seguramente te preguntarás ¿cómo?. Son muchas las personas o páginas en internet que te dirán que hay que combatirlos y ya, pero en realidad nadie te dice que  hay detrás de cada miedo, se requieren herramientas de autoconocimiento y  técnicas para saber manejarlos y enfrentarlos.
Solo recuerda,  entre más conozcas de tus temores, de dónde surgió, por qué lo padeces, más fácil será liberarte de ellos. 

Confía en ti, y no dejes que te encierren.

Iván Hernández


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