Creer para Crear
Cada ser humano cuenta con un poder creador infinito y cuando aprende a utilizarlo, es capaz de lograr cosas increíbles ofreciendo una perspectiva diferente para quienes lo rodean. Tener una idea única es uno de los mejores sentimientos que se pueden experimentar porque nos permite utilizar esa pequeña chispa que todos tenemos pero olvidamos despertar, la creatividad.
¿La creatividad
es un golpe de suerte?
Es cierto
que el aula se vuelve uno de los pilares sobre los cuales forjamos nuestra
personalidad y desarrollamos habilidades para entrar al tan imponente mercado
laboral donde ansiamos poner en práctica todas esas enseñanzas teóricas, sin
embargo, enfocarse sólo en el lado analítico vuelve un reto aprender a “pensar
fuera de la caja” porque asociamos la creatividad a grandes artistas,
empresarios o músicos, volviéndola un don poseído por unos cuantos que sólo
podemos admirar. Por otra parte, cultivar la mente también se vuelve muy importante
porque nos obliga a conocer y razonar alimentando nuestra curiosidad nata por
saber, lo que empieza a marcar la diferencia entre quedar en el promedio o
empezar a destacar.
Generalmente asociamos el término
“creativo” a aquellas personas que se encuentran en medios como la publicidad,
el arte, el diseño, la música, la arquitectura, etc. Pero éste se vuelve un
poco intimidante porque se cree que la gente común necesita un golpe de suerte
de una magnitud impresionante para encontrarla, sin embargo, la única diferencia
con aquellos artistas es que al tener una idea ellos la celebran cómo si fuera
su primer ¡Eureka¡. Todos agregamos un toque distinto a situaciones cotidianas
para resolver un problema, la única diferencia es que dejamos de sorprendernos
por tener ideas todos los días. En mi opinión, la creatividad no solamente
tiene que ver con la capacidad de brindar soluciones o ideas distintas, es
también proyectar pasión en cada elemento que logramos construir.
En mi experiencia me he
dado cuenta que utilizar nuestra capacidad de imaginación ayuda a pulir esa
idea maravilosa que está en nuestra mente para posteriormente, compartirla con
quienes nos rodean y ¿por qué no? darles una perspectiva diferente en su día a
día.
Ser analíticos
todo el tiempo no garantiza brindar las mejores soluciones a un problema, a veces
necesitamos dejarnos invadir por la sensación de espontaneidad generada por la
extravagancia de una idea, para que en vez de descartarla por salir de lo
convencional, exploremos todas las posibilidades que ésta nos ofrece. Las ideas
poco convencionales se vuelven la base principal para desarrollar nuestro lado
creativo porque es con éstas, que comenzamos a despertar nuevamente nuestro
poder de asombro. Estamos
acostumbrados a mostrar ciertas cualidades en un momento que creemos los más
adecuados para hacerlo pero en realidad, somos nosotros quienes podemos escoger
cuándo y dónde hacer uso de ésta chispa llamada creatividad.
Y tú, ¿qué sientes cuando logras sacar tu
creatividad? En mi caso viene un mar de
palabras a mi mente, pero las que mejor describen mí sentir cuando aflora mi
lado creador son:
Libertad: es la sensación más bella porque me doy cuenta que,
de verdad, el único límite lo pone mi mente. Permite volar en un millón de
posibilidades.
Frescura: la relaciono con aquello
que es nuevo para mí, y me inspira porque lo fresco es diferente, único y
transmite energía.
Alimentar esa
curosidad por saber hará que poco a poco crear algo único se vuelva más
sencillo, así que busca inspiraciòn en libros, pellículas, música o donde tu
quieras.
El punto es volver a crear posibilidades día con día.
¡Vamos! Anímate
a dejar que tu mente explore hasta las ideas más locas que jamás pensaste tener
para que no sólo desarrolles un lado analítico y controlado, sino también,
encuentres diversión dentro del caos y sonrías cuando haya descontrol.
Finalmente, un toque de locura viene muy bien
en un mundo donde todos creen estar cuerdos.
Colaborador Jr.
Yeranell Torres
Silva